Sumérjase en las aguas más cristalinas jamás vistas del caribe

Desde las profundidades azules emerge el arrecife mesoamericano, la segunda barrera de coral más grande del mundo, que transforma la costa caribeña en un destino ideal para la inmersión con tubo y los deportes náuticos. Pero no es preciso hacerse a la mar para admirar el torbellino de fauna que puebla la barrera, pues algunas lagunas y arrecifes costeros ofrecen a pocos pasos oportunidades espectaculares para nadar y sumergirse.

Isla mujeres tiene excelentes sitios donde bracear, y aunque el arrecife el yunque es gratis de simple entrada, probablemente valga la pena gastar un poco y zambullirse un día en playa del hotel garrafón de castilla, espléndido también para inmersiones con equipo especial para buceo y posiblemente avistar tortugas, rayas y barracudas en sus aguas translucidas.
También se puede contratar un tour a la vecina Isla Holbox, para nadar con los tiburones ballena; deslizarse por el agua junto a estos gigantes mansos se convertirá sin duda en una de las ocasiones estelares del paseo.

Entre islas mujeres y Cancún se está construyendo un museo submarino que exhibirá un repertorio permanente de estatuas accesibles a los buceadores, visibles desde los barcos con base transparente. A esto se suman las infinitas ocasiones que se abren en la costa de Cozumel. Hay una playa aceptable para el buceo con tubo junto al muelle principal, y asimismo se puede ir hasta el parque Chankanab, con prístinas aguas azules y su inapreciable dosis de panorama turístico.

Al sur de playa del Carmen, en el acogedor pueblo de Akumal la laguna Yal-ku brinda magníficas condiciones para el buceo con tubo. Con tiempo no habría que perderse las resplandecientes aguas verdes del pueblo de Mahahual, en la costa Maya, cerca también de este pueblo se halla el arrecife chinchorro, una reserva de la biosfera donde se permite descender hasta preciosos centenarios o limitarse a contemplar los corales y sus irisados bancos de peces. Pero las aventuras náuticas no tienen porque acabar aquí. Gracias al vasto arrecife de coral que preserva estas costas, la diversión aguarda en cada playa. Así pues, un tubo respirador, unas gafas y unas aletas bastan para lanzarse a bucear los mundos acuáticos que yacen bajo la fulgente superficie de los mares caribeños.